domingo, 22 de enero de 2017

¿PORQUE ENGORDAN LAS MUJERES? (+CONSEJOS)

Nunca se produce un aumento de peso sin razón, siempre hay elementos que provocan ganar unos kilos demás. Te contamos los principales motivos por los que se engorda y te desvelamos las claves para poder evitarlo. ¡Que la experiencia de unas sirva de ayuda para las demás! Hay algunos consejos sobre alimentación que te cambiarán la vida, así que interiorízalos y llévalos a cabo para llevar una dieta de lo más saludable. Nosotras te proponemos estos:

Las dietas efecto yoyó

No es un secreto para nadie: encadenar las pérdidas y los aumentos de peso resulta catastrófico para la silueta. Es lo que se denomina el efecto yoyó: el cambio tan drástico en la alimentación hace que el organismo almacene por miedo a que le falte y no quiere perder. A todas nos ha pasado: por haber querido perder tres kilos en un día, nos encontramos unos años más tarde con cinco o incluso diez kilos de más. Para no empezar con este desorden o para salir de él, ¡sigue nuestros consejos!

-Elige bien tu régimen. De manera general, no caigas en la trampa de las dietas demasiado restrictivas (menos de 1000 calorías al día), mal equilibradas (solamente proteínas o verduras o productos lácteos), o falsamente milagrosos con un buen número de pastillas o batidos.

-Márcate un objetivo razonable. Si tienes dos kilos de más, pierde dos y no cinco. Tu organismo posee un peso determinado gracias al cual puede funcionar. Si bajas excesivamente de peso, puedes acabar completamente agotada o bien llevarte algún susto con la báscula poco después. Tómate tu tiempo: los regímenes demasiado rápidos no dan buenos resultados a largo plazo.

-Atenta al período de estabilización. Es el período más importante de tu régimen. Consiste en dejar la dieta sin aumentar de peso. Durante este tiempo, desconfía de los excesos (postres, dulces, platos en salsa...) y céntrate de nuevo en las cantidades, vigilando no abusar de las grasas y de los azúcares rápidos.
Engordar después de una dieta, nunca más


¡Tomátelo en serio! Para acabar con los kilos de más sin perjudicar a tu salud, empieza un régimen con ayuda de un médico nutricionista o un especialista en dietética. Estos expertos en alimentación te aportarán las bases de una buena dieta y de un programa a medida para deshacerte de tus kilos de más. Controlada y orientada, te sentirás más motivada. Además de ello, aquí te damos dos claves importantes para incluir en la rutina diaria.

- Haz deporte. Asociar tu régimen alimentario a una actividad deportiva es la mejor manera de perder peso y no recuperarlo después. Por tanto, prográmate al menos tres horas de ejercicio físico a la semana, preferentemente de resistencia: marcha activa, bicicleta, correr, natación...

- Cambia tus costumbres. Para adelgazar de manera eficaz, debes llevar un ritmo de alimentación ordenado, es decir, hacer cinco comidas al día, cocinar sin materias grasas, no comprar productos preparados, golosinas, galletas o bebidas gaseosas y azucaradas. Es importante comer más frutas, verduras y productos lácteos naturales... Si consigues hacerlo, no solamente restablecerás tu peso, sino que además ¡no volverás a engordar! Comer de forma saludable no tiene por qué ser aburrido, hay miles de recetas que harán que te enamores de las frutas y las verduras, y si no nos crees, échale un vistazo a estas recetas de ensaladas alrededor del mundo ¡deliciosas!

Un cambio de vida

Después de haber repasado las pautas básicas para llevar una buena alimentación, veremos cómo enfrentarnos a los posibles cambios que pueden surgir en nuestra vida. Ejemplo de ello son situaciones como empezar a trabajar, instalarse en la pareja, separarse, mudarse de casa, quedarse en paro. Todo cambio de actividad implica una modificación de las costumbres y, a veces, también de la alimentación.

Algunas mujeres demasiado ocupadas dejan de hacer deporte. Otras pican entre horas para compensar y otras abusan de los deliciosos menús preparados en pareja. Resultado: si no se tiene cuidado y se reacciona a tiempo, los kilos se irán acumulando rápidamente. Pero tranquila, ¡podremos con ello siguiendo algunos consejos básicos!

- Conserva tus puntos de referencia. Es decir, cinco comidas al día a horas fijas. Intenta mantener una dieta equilibrada: una ración de pescado, carne y huevos con todas las verduras que se quiera. Un poco de hidratos, una fruta y un producto lácteo. Independientemente de que te encuentres profundamente enamorada e instalada en pareja, desbordada por un estresante trabajo o recién mudada a Londres, mantén imperativamente estas reglas para no perturbar a tu organismo.

- Reacciona a tiempo. Con el primer kilo llegan todos los demás y lo hacen con extremada rapidez. En cuanto se produzca el más mínimo cambio en tu vida, pésate con regularidad, al menos una vez por semana, desnuda y en ayunas. De esta manera, podrás actuar con rapidez: siempre es más fácil eliminar un kilo que diez.
Cómo conseguir no engordar con los cambios de vida

- Organízate. Para conservar tus puntos alimentarios de referencia, tienes que adoptar un nuevo ritmo de vida. En el extranjero, trata de localizar los alimentos que ya conozcas. En pareja, come lo mismo pero en menor cantidad, especialmente todo lo que sea grasa e hidratos de carbono. Desbordada en el trabajo, intenta hacer pausas relajantes, aunque sean cortas, y prepárate en casa la comida.

- Haz deporte. Da igual la actividad que elijas, lo importante es hacer deporte el mejor aliado para perder peso: quema la grasa superflua, perfila una bonita silueta y mantiene la mente distraída frente a la tentación de picotear. Elige un deporte que se adapte a tu ritmo, practícalo al menos 3 horas por semana y sal a caminar 30 minutos todos los días.

- Compensa los excesos. Comidas de trabajo y cenas a la luz de las velas forman parte de la vida y no siempre se puede prescindir de ello. Tras realizar una comida demasiado rica, instaura un sistema para recuperarte de los excesos; consume en la siguiente comida un huevo duro acompañado de todas las verduras u hortalizas que quieras.

- Cuídate. Los kilos que aparecen después de un cambio de vida suelen ser la consecuencia inmediata de dejar de cuidarnos. No hagas pasar tu vida sentimental, profesional o tus preocupaciones por delante de ti misma, es importante que conserves una buena imagen. Vístete, maquíllate, ve a la peluquería, a la esteticien... ¡Siéntete guapa! Será el impulso necesario para empezar un nuevo régimen. Estas frases motivadoras seguro que te ayudan a animarte a cambiar de estilo de vida y cuidarte más.

¿Estás dejando de fumar?

Las cifras hablan por sí mismas: las mujeres que dejan de fumar aumentan una media de 3,8 kilos. Al dejar de fumar, disminuye el ritmo del metabolismo de base (gasto energético en descanso), despertando tu apetito y tu, cada vez mayor, estrés y sensibilidad. Sin embargo, la apuesta vale la pena: el cigarrillo perjudica seriamente a la salud, al bienestar y a nuestra belleza. Para superar esta prueba, ayúdate con nuestros consejos:

- Reduce los aportes energéticos. Al dejar de fumar, quemas diariamente menos calorías de lo habitual: entre 250 a 300 kcal. La única solución para evitar el aumento de peso, por lo tanto, es reducir tu alimentación, prestando especial atención a la ingesta de grasas y azúcares rápidos.

- Favorece la saciedad. El apetito y el estrés vuelven: ¡cuidado con los atracones!Para evitarlos, haz lo posible para no pasar nunca hambre: prevé entre 4 a 5 comidas al día, mejor que 2 o 3. Opta por los azúcares lentos (hidratos, pan) y las fibras (frutas y verduras) y bebe mucha agua, toma infusiones y caldos.
Evita el aumento de peso si estás dejando de fumar

- Varía la alimentación. Procura tomar todos los nutrientes indispensables para el buen funcionamiento del organismo. Consume cada día entre 1,5 a 2 litros de agua, un plato de hidratos de carbono, pan en cada comida, 3 frutas, 1 porción de verduras crudas u hortalizas, 3 a 4 productos lácteos, 1 porción de carne o pescado, un poco de mantequilla y aceite.

- Cambia la manera de cocinar. Se acabaron los platos precocinados: prepara tú misma tus menús con alimentos al vapor, al horno o al grill, con hierbas y especias. Da preferencia a los edulcorantes y a las materias grasas ligeras. ¡Sé astuta e inventiva!

-Cambia las ideas. No te obsesiones con dejar de fumar y engordar. Para evitar los atracones y el estrés, combina cada semana entre 2 y 3 horas de deporte, una actividad artística (teatro, pintura...) y una sesión de relajación. Es la mejor manera de perder los kilos superfluos. Una buena canción puede, además de motivarte, ayudarte a marcar el ritmo de tus pasos y hacer del deporte algo intenso y divertido. Anímate a escuchar algunas de las canciones que te proponemos.

Es posible no engordar durante la menopausia

La menopausia es una etapa más de la vida en la que, como cualquier otra, hay queentenderla y adaptarse a los cambios que vienen con ella. Mantener un cuerpo firme requiere ciertas pautas, sobre todo, en una etapa tan delicada en la que las hormonas pueden causar estragos en nuestro cuerpo. Por ello, existen ciertos consejos que puedes seguir y evitar que el paso del tiempo cambie de forma radical tu físico. ¡Aquí te los contamos!

- Nutrición. Alrededor de la menopausia han surgido numerosos mitos. El más conocido es que el aumento de peso es inevitable. Es cierto que esta variación hormonal hace que el cuerpo cambie. Por eso, lo importante es entender a nuestro cuerpo y adaptarnos a este cambio. Para ello, debemos seguir una dieta equilibrada y controlar la ingesta de grasas que son más difíciles de eliminar.

- Deporte. La práctica de deporte es fundamental en cualquier etapa de la vida pero en la menopausia es clave. Debido al descenso de los estrógenos, se pierde masa muscular por lo que los entrenamientos de fuerza son lo más indicado. Es bueno combinar este tipo de ejercicios con entrenamientos cardiovasculares en los que es mejor que se busque mayor intensidad y menor duración.
Engordar en el embarazo

La gran mayoría de mujeres aumentan de peso cuando tienen un hijo. La causa: los cambios hormonales y la creencia, muy extendida, de que hay que comer dos veces más. ¿Cuál es el resultado? la mujer embarazada almacena grasas, las caderas se le redondean y se encuentra con algunos kilos de más después del parto. Si estás esperando un bebé o lo acabas de tener, estos consejos son para ti:

- Vigila tu peso. El hecho de que estés esperando un bebé, no significa que puedas olvidar tu peso en un armario. Una mujer embarazada necesita entre 2000 kcal/día y 2200 al principio, y después a 2500. Si antes del embarazo estabas delgada, debes aumentar entre 12,5 a 18 kg, si te encontrabas en un peso ideal, deberás aumentar entre 11,5 a 16 kg, y, si tenías un exceso de peso, entre 6 a 10 kg.

-Equilibra las comidas. Tanto para ti como para tu bebé, evita las grasas y el azúcar y privilegia los nutrimentos indispensables para el desarrollo del bebé, las proteínas (carne,pescado, huevos) y, para su crecimiento: los azúcares lentos (hidratos y pan). Para la energía, los ácidos grasos (aceites, mantequilla) y para el sistema nervioso: calcio (lácteos) para los huesos, vitaminas y fibras (frutas y verduras). En muchas ocasiones hay alimentos cuyos beneficios desconocemos. El hierro es uno de los más importantes minerales que debemos incluir en nuestra alimentación. ¿Quieres saber qué alimentos son ricos en fibra? En este álbum los tenemos todos, y están listos para que los añadas a todos tus platos. ¡Qué aproveche!

¿Cómo evitar el aumento de peso en el embarazo?


-Mantente en forma. Muévete pero olvídate de los deportes arriesgados y apuesta, en su lugar, por actividades suaves (natación, aquagym, gimnasia suave, marcha).

-Disminuye los aportes energéticos globales. Acabas de dar a luz y te sientes cansada y frágil. Por ello, una pérdida de 500 gr a la semana es un objetivo razonable. Para adelgazar, conserva una alimentación variada y equilibrada pero disminuye las cantidades (de 1700 a 1800 kcal/día), evitando los atracones.

Estos consejos hablan de la experiencia de muchas mujeres que por una razón u otra han visto como su cuerpo ha cambiado. Es cierto que no tenemos que obsesionarnos con nuestro físico pero tener un peso recomendable va más allá de lo visual, se trata de salud.


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