Si no estás contenta/o con el tamaño de tu trasero y tienes la sensación de tener dos estacas por piernas, no tienes más remedio que hacer ejercicios para aumentar tus glúteos ya que eso es debido a que tus músculos de la mitad inferior del cuerpo son pequeños. Pero en realidad si solo haces ejercicio, puede no ser suficiente para que unos músculos tan granes como lo que hay en el trasero y las piernas crezcan de forma adecuada, por eso es necesario combinarlos con una dieta para aumentar glúteos y piernas.
Para que una dieta para agrandar los glúteos y las piernas sea efectiva, debe tener una proporción proteica superior a una dieta convencional, ya que son imprescindibles para construir y reparar las fibras musculares de nuestro organismo, proceso imprescindible para que los músculos aumenten de tamaño.
Otro aspecto importante de una buena dieta para aumentar los glúteos y piernas es reducir los almidones y no abusar de la sal, para favorecer la eliminación de líquidos y que nuestros glúteos y piernas aumenten de volumen al mismo tiempo que logramos unas piernas definidas y libres de celulitis.
Pero este proceso es mucho más complejo que cuando lo hace con los hidratos de carbono o las grasas, por lo que quedan residuos metabólicos como el amoniaco, sustancia toxica para el organismo.
- Desayuno: Los lácteos son fundamentales, porque aportan gran cantidad de calcio, esencial para la salud de los huesos. Sin embargo, para que aporte proteínas pero no grasas, deberás consumir lácteos descremados. Del mismo modo, consume panes integrales y dulces dietéticos o versión light. Además, come uno o dos huevos durante el desayuno para ganar energía y saciar tu apetito.
- Almuerzo: Las carnes son muy importantes porque tienen un alto contenido de creatina, una proteína básica para mantener saludable tu musculatura y que te ayuda a ganar masa muscular. Para evitar el consumo de grasa animal, quita a la carne toda la piel o grasa que tenga y en lo posible, no la cocines mediante fritura. Puedes comer arroz o pastas, siempre que sean integrales, y todo tipo de frutas y verduras.
- Merienda: Un rico batido hecho con mix de frutas y agregando leche descremada es un refresco ideal para la tarde. Si no, puedes tomar una taza mediana de té verde.
- Cena: Puedes elegir cualquiera de las opciones que se presentaron para el almuerzo, aunque también puedes recurrir a caldos y sopas caseros o un sándwich de queso y verduras frescas.
- Snacks: Si eres de los que gustan comer algo entre comidas, elige un puñado de frutos secos como nueces, castañas o almendras, que tiene gran cantidad de grasa vegetal y proteínas.
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